O
Fachwerkhaus.
Literalmente quiere decir casa de obra especializada.
Aunque cuando yo las veo, creo que hay mucho más detrás de la arcilla y la madera.
Éstas singulares casas o edificios pueden encontrarse en cualquier pueblo del país, e incluso en las grandes ciudades como Frankfurt.
En su exterior se caracterizan por estar formadas con madera y barro, con lo cual uno puede caer en el error de pensar que no se diferencian en nada de las casas a las que estamos acostumbrados... Pero no es así. Éstos edificios tienen algo especial. Tienen a su alrededor un aura como de fábula o cuento de hadas y brujas y bosques encantados, mezclados con un olor intenso a historia, que muchas veces si llegas a escucharla te cuenta cómo sobrevivió a la 2ª Guerra Mundial... Quizá incluso te confiese que en su gran parte fue mutilada y posteriormente le volvieron a coser los miembros, quién sabe.
Sus constructores juegan a multiplicar las posibilidades de disponer los listones de madera del entramado, y aunque a simple vista puedan parecer todas iguales, en realidad es todo lo contrario.
Cada vez que me topo con una de éstas casas de (
casi) incomparable encanto, - y digo casi, así con la boca pequeña, porque mis raíces invitan a mi memoria a pensar en los cottages ingleses y en las fincas mallorquinas que tanto adoro- mis dedos se abalanzan sobre mi cámara ávidos de capturar toda su esencia. Y aunque sé que es prácticamente imposible, sigo encantada de perderme por callejuelas para encontrarme con éstos tesoros y seguir intentándolo.
Supongo que habrá quien esté pensando en lo mucho que se parecen a sus primas-hermanas las casas de estilo Tudor de Inglaterra, y sí, así es. Para muestra, un botón.
De hecho ambos tipos pertenecen a lo que se conoce como construcciones con vigas de madera a la vista, en alemán
Fachwerk y en inglés
Timber Frame.
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