lunes, 29 de junio de 2009

Phoebe tiene un nuevo amigo


Phoebe, mi gata mallorquina que poco a poco se está germanizando, ha hecho un nuevo amigo. Un perro. Un bóxer, que ha sido criado en compañía de otros animales, en una granja. Y mi gata, que es una gata de ciudad, de apartamento, hasta que llegó aquí y se "salvajizó" en oposición a civilizarse, no sabe cómo tratarlo...
Al principio saltó sobre el pobre perro mientras éste se adormecía plácidamente al sol del domingo y las abejas hacían zumzum alrededor de los árboles y las flores... Por supuesto fue un mal comienzo. La situación acabó con mi gata temblando agarrada al cuelo del vecino, al que quiere mucho y considera su salvador desde que la rescató de lo alto de un árbol, y el perro ladrando furioso desde el otro lado de la puerta cerrada.
Hoy hemos sido espectadores de un acercamiento más amistoso. Al principio Phoebe miraba al perro desde la distancia y con las orejas echadas hacia atrás, en señal de defensa o ataque... Ha habido un momento tenso en el que han estado a unos 10 cm de distancia, hasta que el pobre Tango (así se llama el perro) ha respirado demasiado fuerte, cosa que no le ha gustado nada a la señorona. Así que ha bufado, y ha salido corriendo con todos los pelos erizados. Más tarde hemos vuelto a intentar un acercamiento, y aunque no se han hecho íntimos, por lo menos tenemos la seguridad de que cada uno puede campar a sus anchas sabiendo que el otro no va a estar al acecho.

Esperemos que al final se hagan tan amigos como Phoebe y los conejillos de indias de los vecinos!

jueves, 25 de junio de 2009

Una breve pausa

Hoy de vuelta a la rutina, a la normalidad, a mis días de siempre, que no siempre serán mis favoritos, pero que siempre hacen apreciar más aquellos que se salen de la norma. Vuelvo de Valencia, de una semana de compartir amor, beberlo y exudarlo, mostrarlo a todo aquél que se precie de admirarlo... Vengo de la tierra de la luz, las flores y el amor... Y de éso vengo impregnada.

Apretemos al play de nuevo!

sábado, 13 de junio de 2009

Das Waben

Ayer, noche mítica: primera salida nocturna oficial. Los hechos incluyen: factor alcohol (imprescindible), buena música y mejor compañía.


Así empezó la noche...

Empezamos la noche a eso de las 10 (porque aquí se sale prontito) y no teníamos pensado volver hasta que saliese el primer tren de vuelta, a éso de las 5'30... Buena suerte chicas! Objetivo no cumplido.

El escenario de nuestra progresiva degradación fue un club de Darmstadt llamado Das Waben, donde creo que jamás olvidarán nuestra maravillosa actuación estelar...

Bebidas consumidas por cada una (a saber):
- media botella de vino tinto
- un chupito de tequila blanco
- un chupito de tequila añejo
- un chupito de Ramazzotti
- un mojito
- varios chupitos de Jägermeister

Resultado: a las 3'30 Susie empezó a encontrarse muy mal... Y tuvimos que aceptar la caridad de una chica que acabábamos de conocer, para ir a dormir a su casa...

9'30 de la mañana del día siguiente: da comienzo el "walk of shame" de vuelta a casa, vestidas de fiesta en plena mañana, en pleno centro de la ciudad... A coger el tren que nos lleve de vuelta a nuestro hogar dulce hogar...

Conclusión: a groso modo, gran noche, con un final un tanto melodramático xD


Y así acabó...

domingo, 7 de junio de 2009

Pequeñas cosas que damos por supuestas

En honor a la brillante idea propuesta por Laura, aquí va, una enumeración de ésas pequeñas cosas "sin importancia" que damos por supuestas, y luego no son como nos imaginábamos:

1. El famoso límite de velocidad que supuestamente no existe en Alemania. No es cierto. Sí hay límite de velocidad, excepto en las autopistas (que no en las autovías). De hecho dentro de los pueblos se controla muchísimo, y además de tener máquinas estupendísimas para hacer fotos al que sobrepase el límite, también tienen "señoresquetrabajanparaelgobierno" (todavía no conozco la denominación) que se cuelgan una cámara del cuello y cuando menos te lo esperas, ZACA! Foto al canto!

2. La cerveza es lo más famoso de Alemania. Mentira. Cuando visitas el país te das cuenta de que no únicamente es un país productor de cerveza, sinó de que también tienen extensos viñedos y producen un vino muy bueno, además de lo obvio: la gastronomía cárnica. Wurst, bratwurst y schnitzel son 3 de los productos más fáciles de encontrar en un supermercado aquí. Por supuesto también tienen una gran producción láctea, teniendo la suerte de tener la leche, los quesos y los chocolates a un precio muchísimo menor que en España.

3. El transporte público. Uno piensa que el transporte público siempre funciona mejor en las grandes ciudades, y en parte no nos equivocamos. Aunque si bien en España y en muchos otros países, el nombre de transporte público lo dice todo, aquí no. Porque aquí el transporte público pertenece a empresas privadas! Dependiendo de la ciudad alemana en donde te encuentres, y a la que quieres ir, tendrás que ir con una empresa o con otra. Los contras: muchas veces hay problemas al hacer transbordos, aunque las empresas a veces tienen convenios con los que sí es posible pasar de una empresa a otra sin tener que pagar más. Los pros: todavía no los he descubierto!

4. La carne picada. Sabéis que aquí es dificilíiiiiiiiiisimo encontrar carne picada de pollo o pavo? El que quiera ésta - aquí considerada - delicatessen, deberá irse a una carnicería especial, puesto que en los supermercados corrientes no disponen de tal extravagancia.

5. Ir en bicicleta. Ir en bicicleta por Alemania no es peligroso, al contrario que en España. Aquí se tiene mucho cuidado con los ciclistas, las vías están más que correctamente adaptadas, y los conductores muestran muchísimo respeto por la seguridad de aquellos que van en bici (aunque no tanto por los peatones).

6. Reciclaje. Aquí nos llevan años luz de ventaja respecto a España. Ejemplos: TODO SE RECICLA. Cada casa posee 3 cubos de basura, procurados por el Estado. El azul, para el papel; el verde para los envases, y el negro para "lo demás". Una vez por semana ponen los cubos en la puerta de casa, y pasan los basureros a vaciarlo. Además, en todos los pueblos, cada Xkm, se dispone un punto verde (tan escasos y desconocidos en Mallorca...). Hay 3 distintas clasificaciones para el cristal, según colores: verde, blanco, y marrón o rojizo. Hay contenedores para ropa, para zapatos, para aceite usado (de cocina y de motor), para papel y cartón (de gran tamaño, que no quepa en el cubo de casa), para envases de PVC...

7. Datos curiosos sobre el Nazismo. En Alemania es un delito emular cualquier símbolo relacionado directamente con la época Nazi. La cruz gammada, el gesto de saludo a Hitler, o expresar que se está de acuerdo con la ideología, son suficientes para meterte entre rejas. Además, la negación de los hechos que ocurrieron entonces también se considera delito. Curiosamente, los alemanes son muy respetuosos al hablar del tema (y también muy cuidadosos).

8. Parkings. Cuando una persona aparca en un parking público o privado en España, normalmente busca el primer hueco disponible, verdad? Creo que todos damos fe de ello. En Alemania no podrás, a no ser que seas mujer. Las mujeres son las únicas que tienen permiso para aparcar en cualquier parte de un parking, ya que hay zonas específicamente diseñadas para que aparquen las mujeres, y otras son digamos que unisex. El motivo? No, ya sé que muchos pensarán que es machista, porque las mujeres NO aparcamos ni conducimos peor que los hombres... Es una cuestión de seguridad. Las zonas para las féminas están más cerca de las entradas y salidas y mejor iluminadas. De ésta manera es más difícil que alguien atraque o intente atacar a las señoritas.

9. La arquitectura doméstica. Las casas en Alemania están diseñadas con toda la intención de proteger el interior de la fría climatología del país. Los tejados SIEMPRE son a dos aguas, y si no lo son, tendrán algún tipo de dispositivo para favorecer el deshielo o fundición de la nieve que se pueda acumular. Además, el tejado nunca llega hasta el mismo borde donde empieza la pared. Acaba un poquito más allá. Porqué? Pues porque de ésta manera, uno puede caminar por debajo del borde del tejadito si tiene que ir a la otra parte de la casa, y también es una manera extra de proteger las paredes del frío y la humedad. Y un dato curioso: hay casas que tienen escaleras en el tejado... Hay veces que llevan hasta un pequeño rellanito, y otras veces llevan hasta la chimenea. Todavía no he descubierto el motivo, pero lo haré!

10. Los pfands. Un pfand es un depósito. En Alemania, todo lo que se puede reciclar (o sea, prácticamente todo) viene con un depósito, que te será devuelto en el momento en que tú devuelvas el producto (es decir, si compras una botella de coca cola en el supermercado, cuando esté vacía la devuelves y te reembolsan un porcentaje de su coste). Un ejemplo reciente: en la Schlossgraben Fest, un festival de 3 días de duración en el centro de Darmstadt con conciertos y paraditas de comida y bebida, debías pagar 2 euros extra por la primera bebida. Cada vez que querías una nueva bebida, devolvías el vaso, y te daban uno nuevo con lo que hubieses pedido, sin necesidad de pagar de nuevo los 2 euros. En éste caso el pfand no se devolvía, pero de ésta manera se aseguran de que no acabe toda la ciudad llena de vasos tirados por ahí, hechos de un material que cuesta tantísimo reciclar.

11. Los semáforos. Sabéis ésos semáforos que a veces tiene uno la suerte de encontrarse, en los que los peatones pueden apretar un botoncito y el semáforo para peatones en breve cambiará a verde? En Alemania existen en CASI TODOS los semáforos con paso de peatones. Y funcionan de verdad. Quiero decir que no son como aquellos que simplemente tienen un temporizador y te hacen creer que realmente se cambian por tí, pero es mentira... porque cambian igualmente cuando nadie los apreta. Y también emiten un pitido intermitente para que los peatones ciegos puedan saber cuándo deben cruzar, que va más deprisa cuánto más se acerca el momento de que pase a rojo.

De momento se me han acabado las ideas... pero en cuanto se me ocurran más, os las haré saber!
Yoli, te voy a hacer un favor no hablando de las tiendas de chocolate... :)

Bueno, anotaré también una anécdota muy simpática de una compañera de clase que viene de Colombia. Su marido es alemán, por lo que ella ha acabado por venirse a vivir aquí, pero se conocieron en Colombia. El otro día estaban comiendo maíz en las mazorcas, y su marido le dió éstos típicos pinchitos que se clavan a cada lado de la mazorca para que uno no se ensucie mientras come. Ella le dijo alucinada: Si es que los alemanes tenéis de todo, estáis TAN avanzados! A lo que su marido le contesta: Boba, ésto lo compré en Bogotá...

Acerca de las calificaciones

Informo de que he sacado un 1 en el examen del curso intensivo de Alemán. Pero señores, no se echen las manos a la cabeza, que no es el fin del mundo!
Aclararé que aquí en mi nueva y adorada Germania, las calificaciones son lo contrario que en España (y en la mayoría de países que conozco). Un 1 es la nota más alta posible (no hay 0), y un 10 es la peor nota que se puede sacar (equivalente al famoso rosco ó 0 en España).

Resumiendo, he sacado un 1, un "sehr gut", o sea muy bien, y mi profesora me ha dicho que está muy orgullosa de mí... justo antes de que yo le diga un cortés "Danke Schön" y le diga que no pienso seguir en el siguiente nivel... Irónico, verdad? No tanto cuando te das cuenta que puedes aprender lo mismo leyendo un libro que yendo a unas clases que al mes cuestan 250 euros...

Frankfurt se toma de 2 en 2

Hoy he vuelto a Frankfurt, a hacer un poquito de vida social en compañía de mi (de momento) única compañera de faenas, Susie, otra au pair de la zona, con la que he desarrollado un plan maquiavélico para arrasar todo lo que quede a nuestro alcance del país germano. Un poquito de shopping y después otro tanto de cerveceo nos ha sentado la mar de bien!

He aquí el resultado...


Próxima parada: arrasar también en la noche! Seguiré retransmitiendo desde Alsbach-Hähnlein...

Nota al pie: Hoy sí hemos ido a Alt Sachsenhausen, y no, tampoco ha descolocado nuestro mundo el nuevo descubrimiento... Lo contaremos como una anécdota más!

lunes, 1 de junio de 2009

Mamá, quiero un pastel...

Desde un tiempo a ésta parte, me siento bastante pastelera. Quizá no pastelera, sinó repostera. Me encanta pasarme mucho tiempo en la cocina amasando, ensuciándome con trazas de harina y huevo, manchando el suelo con la oportuna gotita de aceite, y salpicando por donde me encuentre. Cuando acabo, por norma general la cocina está hecha un desastre, pero el resultado es bastante aceptable, y yo me siento muy contenta. Y lo mejor de todo es que la mayoría de veces, sólo me gusta hacer ésto para los demás... Estaré descubriendo una nueva faceta de mí?

Éstas son algunas de mis últimas recetas, en Alemania.









Pastel de ruibarbo con cubierta











Pastel de queso fresco
con mermelada de limón


Chocolate dream muffins

Y mañana quizá haga un pastel con las cerezas sobrantes del huerto de Wingert. Para vuestro deleite!

Salvada!

Quizá, como yo siempre he creído, realmente es una forma que tiene la vida de darme la razón que nadie ha querido o sabido darme antes, y quizá es una de ésas casualidades que gusta de llamarles la mayoría de la gente. Porqué cómo se explica que en el mismo momento en que sentí los dedos de mis pies tocar el vacío, me agarraste como por sorpresa y ya no me volviste a soltar? Parecía que mi vida se tiraba sin paracaídas por un precipicio sin colchón de fondo, y he ido a parar al cojín más mullido de todos.

No te pido que me agarres de la mano por siempre, si tú no quieres. Sólo te pido que mientras el viento sople a nuestro favor, me acompañes en éste hermoso camino que hemos acabado por hacer nuestro. Éste camino en el que cada piedra me recuerda a una cicatriz curada con un beso y un sana sana; y en cada bache puedo vernos haciendo malabares para cruzar juntos al otro lado; y en cada cuesta puedo oirnos jadeando al compás de nuestros cuerpos para alcanzar la cima. Y cada rosa sé que está ahí para recordarme que mi rosa es única en el mundo. Y cada gusano me recuerda que no todos se convierten en mariposas. Y los charcos de barro de lágrimas derramadas. Y las nubes de algodón de abrazos eternos. Y las puestas de sol de días finiquitados. Y las estrellas donde pusimos nuestras esperanzas. Y las lunas de mieles. Y los sabores dulces de nuestros encuentros. Y el sonido de la vida como banda sonora.

Aunque no hay nada que ayude tanto a recordar como los olores. Y yo echo de menos tu olor en el pijama de mi piel.