viernes, 18 de septiembre de 2009

Stress

Maletas abiertas en el suelo de mi habitación, a medio hacer o incluso ya no sé si a medio deshacer. Hoy como con mis amigos en Darmstadt, despedida fugaz. Por la noche, cena con la familia y los vecinos, última oportunidad de llevarnos un buen recuerdo de todo ésto y quizá echar alguna lagrimita que otra. Y en mi barriga, a ratos una piedra pesada, y a ratos cosquilleos de nervios y anticipación.

Sé lo que me espera si me quedase aquí, pero no lo que pasará cuando me vaya. Éso me gusta. Llámame aventurera. Sí, soy así de impulsiva, pasional, alocada... El no saber le da emoción a mi vida. Es mi motor. Quizá por éso haya vivido en tantos sitios, en tantos pisos, con tantas gentes distintas... mudándome cada 6 meses. Y es que si no lo hago ahora, cuándo?




Juventud, divino tesoro, sólo hay una, y le estoy exprimiendo todo el jugo, la pulpa y las pepitas. Quieres un poco de mi zumo?

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