Ayer tuve el placer de ir a una oficina del gobierno alemán, una
Rathaus, que se traduce como ayuntamiento, pero no es realmente un ayuntamiento en sí, sinó un "mini-ayuntamiento". No sé si me sorprende o no mi descubrimiento, pero doy fe de que los funcionarios, en Alemania, también son bordes y están amargados. Debe ser una cosa universal, o algo inherente al puesto de funcionario... De todos modos, en mi básico alemán conseguí dar por saco lo suficiente a la funcionaria de labios fruncidos y mirada gris de turno para que hiciera lo que le estaba pidiendo. Y conseguí lo que quería. Puedo decir: Lorena 1- Funcionarios alemanes 0!
Tu reacción me ha hecho reir a gusto.
ResponderEliminarTe aseguro que bordes los hay en todo el mundo, pero buena gente y dispuesta a ayudar también.
Un beso.
Mis padres me aconsejaban al terminar la carrera, un buen puesto de funcionario...tuve muchas oportunidades de puestos importantes y jamás quise estar bajo la bota del estado...esa es la amargura de los que a cambio de la seguridad entregan su dignidad....un beso de azpeitia
ResponderEliminarjeje. esto es interesante! se lo diré a mi hermano y a mi amiga Guiomar, que siempre me dice lo mismo de los funcionarios jejejej
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